Don Juan Carlos se ha alojado en varias ocasiones en este enclave turístico, donde incluso hay una calle a su nombre, y podría ser, según algunos medios, su refugio tras salir de España por la controversia suscitada por sus presuntos negocios ocultos en Suiza.
Consciente de la difícil situación en la que se encuentra el rey emérito, Fanjul ha hablado con él varias veces en los últimos días, aunque asegura «no tener conocimiento de sus planes».
«He hablado con él estos días, pero no tengo conocimiento de sus planes. Yo creo que ni él mismo sabe aún sus planes en el exterior en este tiempo. Pero en cualquier de mis propiedades tiene todas las puertas abiertas», ha manifestado el magnate afincado en Florida (Estados Unidos) en declaraciones al diario El Mundo.
Pepe Fanjul dice no saber dónde está el rey emérito y ha confiado en que su salida de España «sea algo sólo temporal», al sentir «mucha pena de cómo lo están tratando, con todo lo que ha hecho por España».
Casa de Campo, situada a 6.600 kilómetros de distancia del Palacio de la Zarzuela, es uno de los complejos más exclusivos del Caribe, y sus mansiones tienen garantizada la intimidad al ser inaccesible para quienes no residan en ella.
La amistad del empresario con don Juan Carlos se remonta a la década de los 80, aunque la relación entre sus familias viene de antes, al haber cierto parentesco, puesto que su tía abuela se casó con Alfonso de Borbón, tío del rey.
Los cuatro hermanos Fanjul, José, Alfonso (Alfy), Alexander y Andrés, nacieron en Cuba, aunque su familia tiene origen asturiano y llegó al país caribeño a mediados del siglo XIX.
Tras levantar un imperio azucarero, la familia que tuvo que salir del país con la llegada al poder de Fidel Castro y el triunfo de su revolución.
Instalados en Miami, empezaron de cero hasta poner en marcha un nuevo emporio azucarero e inmobiliario, cimentado en la Fanjul Corporation y Florida Crystals, y que han extendido a la República Dominicana.
El poder de los Fanjul, una de las familias más adineradas de Estados Unidos, se corresponde con sus lazos con la clase política de este país.
Pepe y Andrés son simpatizantes republicanos, y Alfy, gran amigo de los Clinton, siempre ha estado del lado de los demócratas y apoyó a Barack Obama cuando flexibilizó la política de EE. UU. hacia Cuba. Entre las múltiple propiedades que atesoran, está la lujosa villa turística Casa de Campo de La Romana. Tal es el vínculo con el clan Fanjul que la calle principal del enclave turístico lleva el nombre de Juan Carlos I. Él mismo la inauguró junto a los hermanos José y Alfy y el presidente dominicano, Danilo Medina, en mayo de 2015.
En ese viaje, asistió también al foro empresarial «Padres e Hijos», celebrado en esa urbanización, y en el que intervinieron, entre otros, el expresident del Gobierno español Felipe González; el exmandatario brasileño Fernando Henrique Cardoso; el empresario venezolano Gustavo Cisneros y el mexicano Carlos Slim.
Juan Carlos I conoce bien la República Dominicana, tanto por las veces que lo ha visitado oficialmente como por las que ha viajado de forma privada. De hecho, su capital, Santo Domingo, fue testigo en junio de 1976 del primer viaje al extranjero que protagonizó con la reina Sofía tras ser proclamado rey. Tras abdicar en su hijo, se desplazó al país caribeño en agosto de 2016 para encabezar la delegación española en la toma de posesión de Medina.
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Mismos perros, mismos collares.