Soldados turcos montan en sus tanques antes de participar en una ofensiva contra el Estado Islámico (EI) en la ciudad fronteriza con Siria de Gaziantep, Turquía hoy 24 de agosto de 2016. | Efe

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Las fuerzas armadas de Turquía han entrado este miércoles en Siria en la primera gran ofensiva terrestre contra el Estado Islámico (EI) para arrebatarle la ciudad de Yarábulus, el último núcleo importante del que disponen los yihadistas en la frontera turca.

La operación, bautizada como «Escudo del Éufrates», está coordinada con la coalición internacional contra el EI que encabeza Estados Unidos, aseguró el ministro de Interior turco, Efkan Ala.

Pero aunque el objetivo inmediato es la conquista de Yarábulus, una ciudad de algo más de 10.000 habitantes en la ribera occidental del Éufrates, la intervención también se dirige contra las milicias kurdas de Siria, las YPG, cuyas posiciones se hallan pocas decenas de kilómetros al sur.

Así lo admitió el portavoz de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin, al anunciar en su cuenta de Twitter que la incursión pretende «limpiar la zona fronteriza de todo tipo de elementos terroristas, incluidos el EI y el YPG».

El presidente, Recep Tayyip Erdogan, agregó otro objetivo al subrayar que se trata de «defender con todos los medios la unidad territorial de Siria», en alusión a las supuestas ambiciones del YPG de proclamar en el futuro la independencia del territorio que domina.

La operación se inició a las 1.00 GMT con maquinaria de obra abriendo un pasillo en la frontera y hasta las 2.45 GMT se registró un intenso fuego de artillería, seguido de bombardeos aéreos a partir de las 3.10 GMT.

En algún momento de la madrugada cruzaron a territorio sirio unidades especiales del Ejército turco, conocidas como «boinas burdeos» y, sobre las 8.00 GMT, una veintena de tanques entró en territorio turco.

El grueso de la operación militar, sin embargo, lo llevaban a cabo brigadas del Ejército Libre de Siria, que avanzaban durante la jornada por los pueblos situados al oeste de Yarábulus, apoyados por un denso fuego de artillería desde Turquía.

Sobre las 16.00 GMT, la agencia semipública turca Anadolu anunció que los combatientes sirios del ELS se habían hecho totalmente con el control de Yarábulus, con una sola baja en sus filas, mientras que no hubo víctimas entre los militares turcos.

Tres miembros del ELS fueron heridos y evacuados a un hospital de la provincia turca fronteriza de Gaziantep, mientras que constataron al menos 46 muertos en las filas del EI, según el diario Hürriyet.

Un grupo kurdosirio con representación diplomática en Moscú ha asegurado que la incursión ha causado la muerte de al menos 29 personas y que más de tres mil han tenido que abandonar la ciudad.

Los grupos del ELS participantes en la operación son la Brigada Sultan Murat, compuesta por sirios de habla turca, Suqur al Yabal, Frente Sham (o Frente Levante) y Legión Sham, según Hürriyet.

El régimen sirio calificó de «violación flagrante de su soberanía» la ofensiva y pidió su cese «inmediato».

El Partido de la Unión Democrática (PYD), que controla las zonas kurdas, advirtió desde su oficina de Moscú que, en caso de que Ankara continúe su ofensiva, los enfrentamientos entre el Ejército turco y las milicias kurdas son «inevitables».

El YPG, el ala armada del PYD, avanzaba hacia Yarábulus desde el sur, donde controla la estratégica localidad de Manbech, arrebatada a mediados del mes al EI gracias al apoyo aéreo que Washington presta a la alianza multiétnica de combatientes que encabeza bajo el nombre de Fuerzas de Siria Democrática.

El primer ministro turco, Binali Yildirim, exigió este miércoles que las fuerzas kurdas vuelvan a retirarse a la ribera oriental del Éufrates.

«Esto está acordado con Estados Unidos: el PYD no puede estar al oeste del Éufrates», dijo.

El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, de visita hoy en Ankara, advirtió de que las milicias kurdosirias perderán el apoyo estadounidense si se quedan al oeste del río.

Turquía ve con recelo las ganancias territoriales de las milicias kurdas, los combatientes más efectivos contra el EI, dado que una victoria plena sobre los yihadistas les daría la posibilidad de conectar los territorios que controlan en el nordeste de Siria con el enclave de Afrin en el oeste, pasando a controlar una franja a todo lo largo de la frontera turca.

Ante este escenario, Yildirim pidió buscar con urgencia una solución diplomática para el conflicto en Siria y adelantó que, entre las dos condiciones de Ankara para apoyarla, se halla la de impedir el avance kurdo.

«Se debe garantizar la unidad territorial de Siria, no puede haber divisiones étnicas y no permitiremos en absolutamente ningún caso una entidad kurda al sur de nuestra frontera. Lo consideraríamos una amenaza a nuestra seguridad nacional», recalcó.