Según el especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, "en cada litro de agua embotellada se pueden encontrar cerca de 250.000 partículas de plásticos, la gran mayoría nanoplásticos". Estas cifras son realmente preocupantes, teniendo en cuenta que los microplásticos y nanoplásticos pueden persistir en el medioambiente durante siglos.
Microplásticos en los alimentos y utensilios de cocina
Pero el agua embotellada no es la única fuente de exposición a estos contaminantes. Artículos cotidianos como biberones, latas de comida o el revestimiento de tuberías de agua potable están fabricados con bisfenol A (BPA), un químico sintético ampliamente utilizado que puede afectar a los sistemas reproductivo e inmunitario.
Además, la forma de cocinar también puede ser un factor de riesgo. "Hay una preocupación creciente por la exposición a contaminantes químicos ambientales vehiculizados por la alimentación, ya sea por el residuo de pesticidas, por el embalaje o el envasado de los alimentos, sobre todo el plástico; así como por la forma de cocinar, a través de las sartenes antiadherentes o algunos utensilios de plásticos", advierte March.
Nanoplásticos en el cerebro humano y riesgo de demencia
Uno de los hallazgos más alarmantes es que los microplásticos ya han llegado al cerebro humano. Según un reciente estudio publicado en Nature Medicine, el análisis de muestras tomadas a 52 personas fallecidas entre 2016 y 2024 revela que las concentraciones de partículas de micro y nanoplásticos son mayores en el cerebro que en el hígado o en los riñones, órganos relacionados con la depuración de compuestos tóxicos.
Estos resultados sugieren que la acumulación de nanoplásticos en el cerebro podría estar relacionada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como la demencia. Aunque aún se necesitan más investigaciones para confirmar esta relación, los expertos advierten sobre la importancia de tomar medidas preventivas.
Mayor riesgo de infartos e ictus
Pero los efectos de los nanoplásticos en la salud no se limitan al cerebro. Un estudio publicado en la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine ha detectado que los pacientes con nanoplásticos en sus arterias tienen un riesgo 4,5 veces mayor de sufrir un infarto o un ictus, debido a que la presencia de estos fragmentos favorece la inflamación.
Aunque medir los efectos adversos de los plásticos en humanos es más complejo que en animales, las pruebas de laboratorio han demostrado que los microplásticos pueden causar daños en las células humanas, incluyendo reacciones alérgicas y muerte celular.
2 comentarios
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Y estás noticias no son portada?
Y los menorquines que pensabamos que viviamos en una isla con un buen nivel de vida y ahora se descubre que no es cierto .Que hace decadas que estamos envenenando nuestra salud debido a que tenemos que cocinar y beber agua embotellada y hemos estado contaminandonos de bisfenol y nanoplasticos. A quien tenemos que pedir explicaciones al Govern al Consell a los Ayuntamientos a las administraciones de la salud o a los políticos ?