Hacerlo podría implicar que se vuelva a infectar. | Freepik

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Las costras son una parte natural del proceso de curación de nuestro cuerpo. Se forman cuando la piel se daña y la sangre se coagula en la superficie para detener el sangrado y proteger la herida de infecciones. A pesar de que muchas personas sienten la tentación de quitarse las costras, hacerlo puede tener consecuencias negativas para la salud de la piel.

¿Qué es una costra y por qué es importante?

Una costra es una barrera protectora formada por sangre seca, plaquetas y fibrina, que ayuda a sellar una herida y prevenir infecciones mientras la piel se repara. Funciona como un escudo temporal que protege la piel nueva que se está formando debajo. Sin esta barrera, la piel estaría más expuesta a contaminantes, bacterias y otros microorganismos que podrían causar infecciones.

El riesgo de cicatrices

Una de las principales razones por las que no debes quitarte una costra es que interrumpes el proceso natural de curación. Cuando arrancas una costra, la piel debajo de ella aún no ha terminado de regenerarse completamente, lo que puede hacer que la herida tarde más en sanar. Además, al eliminarla, puedes irritar la zona y provocar una inflamación mayor, aumentando el riesgo de que la herida deje una cicatriz.

Las cicatrices son una respuesta del cuerpo cuando la herida no ha sanado adecuadamente. Al quitar una costra antes de tiempo, obligas a tu piel a formar otra capa protectora, lo que puede resultar en un tejido cicatricial visible que, en algunos casos, es permanente.

Infecciones y complicaciones

Al eliminar una costra, no solo estás exponiendo la piel a un posible daño, sino que también abres la puerta a infecciones. Las bacterias y otros gérmenes pueden entrar fácilmente en la herida abierta, lo que puede causar una infección localizada. En algunos casos, estas infecciones pueden volverse graves y requerir tratamiento médico, como antibióticos. Además, el proceso de sanación podría prolongarse si la herida se infecta, lo que aumentaría el riesgo de cicatrices y otras complicaciones.

Cómo cuidar una costra correctamente

Lo mejor que puedes hacer es dejar que la costra se caiga por sí sola. Mientras tanto, mantén la zona limpia y, si es necesario, cúbrela con un vendaje para evitar que se rasque o se irrite. Es importante no aplicar cremas o ungüentos sin consultar a un médico, ya que algunos productos podrían interferir con el proceso de curación.