La postura del perro boca abajo implica colocar las manos y los pies en el suelo, formando una V invertida con el cuerpo. Los pies deben estar alineados con las caderas y las manos separadas a la altura de los hombros. Es fundamental que los talones se dirijan hacia el suelo, aunque no necesariamente deben tocarlo, ya que lo importante es mantener la columna vertebral recta y los brazos bien estirados.
Este sencillo movimiento ayuda a activar la circulación sanguínea y a aliviar la tensión en áreas clave como la espalda, los hombros y el cuello. Además, favorece la respiración profunda, lo que oxigena el cerebro y te prepara mentalmente para enfrentar el día con claridad y serenidad.
Otro de los grandes beneficios de esta postura es que fortalece los músculos de las piernas, los brazos y la zona lumbar, mientras alivia posibles dolores o tensiones acumuladas durante la noche. También promueve la flexibilidad, lo que es ideal si buscas mejorar tu rango de movimiento con el tiempo.
La postura del perro boca abajo no solo es física; su práctica regular tiene un impacto positivo en la mente. Al concentrarte en la respiración y en la alineación del cuerpo, puedes reducir el estrés y la ansiedad, dejando espacio para una actitud positiva y llena de energía para el día.
Esta postura es solo una de muchas que puedes incorporar en una rutina matutina breve. Incluso dedicando solo 10 minutos al yoga por la mañana, verás cómo tu cuerpo y mente comienzan a sentirse más enérgicos y equilibrados.
1 comentario
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Yo no me pongo así ni loco, hay mucho pervertido por ahí...