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La tendencia de caída de la facturación y disminución del volumen de negocio que se había registrado durante los meses de junio y julio, recogida en la encuesta de gasto turístico de PIME, se está viendo confirmada en agosto. Los restaurantes están registrando una caída de reservas en las semanas con mayor ocupación y afluencia de visitantes del año. Los datos son contundentes, porque dos de cada tres establecimientos de restauración están registrando ingresos inferiores y, en conjunto, los clientes gastan un 30 por cien menos en comida.

¿Qué ocurre? Influye decisivamente la pérdida de poder adquisitivo por la inflación y que se destine una mayor parte del presupuesto de las vacaciones al alojamiento y al transporte. Todo ello unido a que un gran número de turistas optan, en lugar de acudir a los restaurantes de la Isla, a abastecerse en los hipermercados donde adquieren toda clase de alimentos y productos para sus comidas diarias. Los supermercados de Menorca están batiendo, estos días, récords de clientes y de facturación. En conjunto, una situación que perjudica al sector de la restauración y que añade otro factor al debate sobre el modelo turístico de la Isla.