La canícula: la época más calurosa del verano

Este periodo de tiempo que, en España, típicamente comienza en la segunda mitad de julio y termina en los primeros 15 días de agosto, debe su nombre a la constelación Canis Maior, concretamente a su estrella más brillante, Sirio, la cual se traduce como «abrasador» y que brilla con más intensidad en el hemisferio norte durante ciertos momentos de la temporada estival.

La razón por la que en este periodo de tiempo suele albergar las temperaturas más altas del año proviene, en mayor parte, por el calentamiento de los mares y océanos. Y es que, a pesar de que a partir del solsticio de verano las temperaturas pueden llegar a ser bastante altas, el agua todavía sigue «fresca» debido a las temperaturas más bajas del invierno y la primavera, por lo que puede llegar a suavizar el calor. Sin embargo, ya para la segunda mitad de junio, el calor estival ya ha calentado lo suficiente el mar como para que su efecto refrescante disminuya, generando así un clima más caluroso y abrasador, el cual suele prevalecer hasta las primeras semanas de agosto.

Sin embargo, un elemento que también es clave para entender la duración de la canícula no es otro que el cambio climático, el cual alarga las temporadas de calor cada año y, por ende, también este periodo de altas temperaturas, el cual puede llegar a comenzar la primera mitad de julio o terminar en la segunda mitad de agosto. Otros factores que también afecta a la canícula es la radiación solar, la cual está en su cénit en la mitad del verano, o los días largos, que proporcionan más horas de sol.

Igualmente, es durante la canícula cuando se dan la mayor parte de las olas de calor del año, puesto que el periodo de tiempo ofrece las mejores condiciones para que se lleve a cabo. No obstante, también es posible que se den estas olas de calor fuera de la canícula, como puede ser a finales de junio o de agosto, las cuales son cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Durante esta época de calor, es importante mantenerse hidratado y no salir durante las horas donde las temeraturas se encuentran en su punto más alto, que suele ser entre las 12:00 y las 19:00 horas. Además, tampoco es recomendable realizar ejercicio intenso durante estas horas, puesto que existe el riesgo que sufras un golpe de calor.