El insomnio afecta cada vez a un mayor grueso de la población. | Pexels

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El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido o despertarse demasiado temprano. En España, se estima que alrededor del 30 % de la población sufre de insomnio ocasional (dificultades para dormir o mantener el sueño solo durante algunas semanas) y un 10 % padece insomnio crónico (en un periodo extendido de más de tres meses). Este problema de salud puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y el bienestar general de quienes lo padecen. Dormir menos de siete horas al día, ya sea por insomnio o por otros motivos, puede tener consecuencias adversas en el cuerpo.

Efectos en el cerebro

La falta de sueño afecta directamente al cerebro. Dormir menos de siete horas reduce la capacidad cognitiva, afectando la memoria, la concentración y el rendimiento general. También puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. La falta de sueño está vinculada a problemas emocionales, como el aumento de la irritabilidad y la ansiedad.

Impacto en el sistema inmunológico

El sueño es crucial para un sistema inmunológico saludable. Dormir menos de lo necesario puede debilitar el sistema inmunológico, aumentando la susceptibilidad a infecciones y enfermedades. La reducción del sueño afecta la producción de citoquinas, proteínas que ayudan a combatir infecciones y la inflamación.

Problemas cardiovasculares

La privación del sueño está asociada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Dormir menos de siete horas al día puede aumentar la presión arterial y la inflamación en el cuerpo, factores que contribuyen al desarrollo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. El sueño insuficiente también está relacionado con niveles más altos de colesterol y triglicéridos.

Aumento de peso y diabetes

El sueño insuficiente puede alterar las hormonas que regulan el apetito, como la grelina y la leptina, lo que puede llevar a un aumento del apetito y, en consecuencia, al aumento de peso. Además, la falta de sueño afecta la manera en que el cuerpo procesa la glucosa, aumentando el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Problemas de salud mental

El insomnio y la falta de sueño están estrechamente relacionados con problemas de salud mental. La depresión y la ansiedad son más comunes entre las personas que no duermen lo suficiente. Además, el sueño insuficiente puede exacerbar los síntomas de trastornos mentales existentes, creando un ciclo negativo difícil de romper.

Dormir menos de siete horas al día puede tener múltiples efectos negativos en el cuerpo, desde problemas cognitivos hasta enfermedades crónicas. Es fundamental priorizar el sueño para mantener una buena salud y un bienestar general.