Un estudio reciente ha revelado que algo que muchos españoles consumen a diario con su desayuno matutino tiene el potencial de mejorar nuestra memoria y también nuestra capacidad cognitiva a medida que envejecemos. La investigación, liderada por expertos de la prestigiosa Universidad de Tsukuba en Japón, ha causado revuelo en la comunidad científica y también ha capturado la atención de medios de comunicación y público a nivel mundial.
El hallazgo se centra en la trigonelina, una sustancia química que se encuentra en el café, una bebida arraigada en la cultura española y mundial. La revista especializada Geroscience recogió los resultados del estudio, subrayando que la trigonelina «posee propiedades de mejora cognitiva» y puede combatir el deterioro cognitivo asociado con la vejez. Para arrojar luz sobre cómo esta sustancia afecta a la memoria, el equipo de investigación realizó pruebas con ratones. En el estudio, se administró una dosis diaria de 5mg/kg de trigonelina a un grupo de ratones modelo con senescencia acelerada (SAMP8) durante un periodo de 30 días.
Los resultados de esta administración fueron significativos: el rendimiento de estos ratones en pruebas de aprendizaje y memoria, como la del laberinto acuático de Morris, mejoró notablemente en comparación con el grupo de control que no recibió trigonelina. La prueba del laberinto acuático de Morris se utiliza ampliamente en investigaciones de neurociencia para evaluar la memoria espacial y la capacidad de aprendizaje. En términos simples, muestra cómo los sujetos adquieren, retienen, estructuran y aplican información relacionada con su entorno.
Los ratones que recibieron trigonelina no solo mostraron mejoras en la memoria espacial, sino también en su capacidad general de procesamiento cognitivo. Pero, ¿qué hace exactamente la trigonelina en el cerebro para lograr estos efectos? Para responder a esta pregunta, el equipo de investigación se sumergió en las profundidades del hipocampo, una parte crucial del cerebro vinculada con la memoria a largo plazo y la memoria declarativa. Lo que encontraron fue asombroso: la trigonelina parecía fortalecer los neurotransmisores del cerebro y, a la vez, reducir la inflamación.
Estos dos factores combinados pueden contribuir a una función cerebral más saludable y a una mayor capacidad cognitiva. Aunque el café es, sin duda, una fuente popular y accesible de trigonelina, no es el único lugar donde podemos encontrar esta sustancia beneficiosa. El estudio también mencionó que la alholva y el rábano son ricos en trigonelina. Es importante destacar que, si bien los resultados de este estudio son prometedores, se basan en pruebas realizadas en animales.
Aunque las ratas modelo pueden ofrecer valiosos conocimientos, siempre es necesario llevar a cabo investigaciones adicionales en humanos antes de llegar a conclusiones definitivas. Dicho esto, la próxima vez que disfrutes de una taza de café en la mañana, recuerda que podrías estar haciendo algo más que despertarte: podrías estar nutriendo tu cerebro y protegiendo tu memoria a medida que envejeces. Sin embargo, como siempre, el equilibrio es clave, y es fundamental disfrutar del café y de otros alimentos con moderación.
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