Marcos compartió que le gusta vivir en la isla porque «se vive bien, hay buenas playas, chicas guapas, fiesta…». Ha estado con un montón de chicas, pero ha sido muy golfo y no ha encontrado a la mujer adecuada «ahora necesito una estabilidad». El soltero ha entrado fuerte en el restaurante y la ha pedido a Matías un cóctel con vodka.
Él es encargado de un local en la zona de Sant Antoni y reconoció que estaba teniendo muchos problemas para encontrar camareros porque los alquileres en Ibiza estaban por las nubes y la gente no podía ir «1.000€ una habitación». Al saber que buscaba personal, Leticia le ha dicho que delante suya tenía a una camarera con ganas de trabajar.
Lo cierto es que la cita fluyó con «buen rollo» pero llegado al final Marcos sostuvo que no la veía como pareja suya y le dio calabazas. Leti se lo tomó fenomenal y mientras explotaba los confetis aseguró: «Él se lo pierde».
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