Los duques de Sussex durante el viaje que están realizando por Australia. | Reuters

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El príncipe Enrique ha asistido a las primeras pruebas de los Juegos Invictus para militares y veteranos discapacitados tras inaugurarlos anoche en Sídney, mientras su esposa Meghan se tomó un descanso en el sexto día de su visita a Australia después de que se decidiera recortar «su apretada agenda» debido a su embarazo.

Enrique presenció una competición de ciclismo y repartió las primeras medallas en el inicio de la primera jornada de estos juegos que él mismo creó en 2014 y que en su tercera edición reúne a unos 500 participantes de 18 países.

El duque de Sussex lo hizo sin la compañía de su esposa después de que el Palacio de Kensington decidiera recortar su «apretada agenda» debido al embarazo de Meghan Markle, anunciado tras su llegada esta semana a Australia.

Los duques de Sussex acudieron este sábado a la ceremonia de inauguración de los Invictus que se hizo en el exterior de la Casa de la Ópera, y en la que Enrique elogió a los participantes de la competición que durará hasta el 28 de octubre.

«Sois la generación optimista. Sois la nueva generación de servicio y un modelo para todos nosotros», dijo el príncipe en el discurso de apertura que también aprovechó para agradecer la acogida que Australia le ha dispensado a él y a su mujer en su primer viaje oficial.

Tras la jornada matinal, los duques de Sussex volvieron a comparecer juntos por la tarde en una recepción con el primer ministro australiano, Scott Morrison, y su familia.

Australia es la primera etapa de una gira por Oceanía de los duques de Sussex que también los llevará a Fiyi, Tonga y Nueva Zelanda.