Lorena Bernal y Mikel Arteta se casarán este sábado en Mallorca

La presentadora, modelo, actriz y ex miss España, Lorena Bernal, además de obtener el mejor título para una mujer, el de madre, se casa este sábado 17 de julio en Mallorca con el jugador de fútbol Mikel Arteta, padre de su hijo Gabriel y pareja sentimental desde hace años. Ambos tienen en la Isla su segundo hogar, por ello eligieron Mallorca para casarse. Y, aunque en un principio habían previsto contraer matrimonio el pasado año, en el Castell de Bellver, la boda se tuvo que anular debido a una bonita noticia ya que Lorena Bernal se encontraba embarazada. Desde el principio Lorena Bernal se ha encargado de todos los preparativos, aunque ha confiado en una empresa, especializada en bodas, para que lleve el peso gordo en un día tan especial para ellos.
Se comentó que quisieron celebrar el festejo en Cap d'en Rocat pero el alto precio del lugar echó atrás a los novios. Luego, corrieron rumores que buscaban lugares en la zona de Calvià, donde residen, pero finalmente parecen haberse decidido por reunir a sus amigos, familiares y conocidos en una finca del centro de la Isla donde podrían ser casados por la una concejala de la oposición. Precisamente llama la atención que a día de hoy los invitados todavía no sepan dónde tienen que ir, pues aunque recibieron la invitación de boda, en ella no ponía el lugar aunque sí el número de la cuenta corriente donde podían hacer el ingreso. Durante estos días la pareja ultima los últimos detalles de una boda que se mantiene en el más absoluto de los secretos ya que, parece ser, hay exclusiva de por medio aunque en Mallorca tarde o temprano todo se sabe. Y, en los últimos días los rumores han corrido como la pólvora. El vestido de la novia es blanco, largo y muy de su estilo. Ayer Lorena y Mikel estuvieron en un restaurante del Portitxol, durante más de tres horas, ¿probando el menú nupcial?, ¿conociendo los vinos?, ¿repasando la lista y mesas de invitados? Muchas son las preguntas que rodean este enlace y que, por el momento, nos quedamos sin respuesta de la pareja, tan sólo «No puedo decir nada».