El ayuntamiento de Es Mercadal no hace nada por arreglar las farolas caídas en Son Parc. Simplemente las dejan allí. Con agujeros en el suelo y piedras en medio de la calzada. Una vergüenza, la urbanización sin luces. Inseguridad e imagen nefasta de la isla. Solo se preocupa por el pueblo que está lleno de bombillas para iluminarlo. Así los delincuentes nocturnos campan a sus anchas.