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QUE el inquilino de un domicilio de Sa Raval, en Maó, cansado de sufrir las visitas de los amigos de lo ajeno y para evitar nuevos episodios desagradables, haya colgado en la puerta exterior del edificio una nota en la que advierte de que en el mismo no guarda dinero ni objetos de valor.

QUE el molesto viento del cuadrante sur no fuera óbice para que muchos menorquines y visitantes aprovecharan la jornada de ayer para tomar el sol y bañarse (los que menos) en las playas de la costa sur.

QUE la rotonda situada junto a la entrada del Hospital Mateu Orfila, que ha sido apadrinada por el gremio de los taxistas, esté repleta de hierbajos de una considerable altura.

QUE el tramo de calle del Moll de Ponent, donde el sábado por la tarde se celebraba una actuación musical, estuviera abierto al tráfico rodado, con las consiguientes interferencias para una correcta audición de la misma.

QUE en los terrenos de la frustrada urbanización "Las Lomas", situados en el margen derecho de la carretera a Son Remei y Biniancolla, cerca de la estación de Telefónica, todavía se hallen en pie varios chalets inacabados.