QUE estos trabajadores empleados en la rehabilitación del Teatre des Born aprovecharan un momento de pausa en el trabajo para contemplar a los viandantes. Siempre se ha dicho que a los españoles nos gusta mirar a los que trabajan como excusa para no hacer nada. Pues bien parece que se han roto las tornas y los que laboran quieren mirar a los paseantes. Justa venganza.
Sorprende y no sorprende
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