Torres Blasco
Torres Blasco

Periodista especializado en política

PP-Vox: panorama desde el andamio

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Ha habido tantas crisis, situaciones al límite y amagos de ruptura entre PP y Vox luego resueltas, que la legislatura de Balears –como también la estatal– parece asegurada aunque esté marcada por los sobresaltos. El trasfondo de esta última, y sobre todo sus actores, que no son solo políticos, ofrece unas características que las diferencian de otras anteriores y que, para entenderla mejor y verla en perspectiva quizá sería conveniente encaramarse a un andamio. Al fin y al cabo, esta última crisis (o penúltima, o antepenúltima) ha sido (o está siendo) la crisis del andamio. O de la vivienda, si se quiere.

El PP ha dado muestras de más nerviosismo que nunca en esta crisis del andamio. Incluso al aparentemente tranquilo y ‘educado’ conseller José Luis Mateo se le escapó un «tú, cállate» dirigido al portavoz socialista Iago Negueruela mientras respondía a la pregunta de una diputada socialista –Mercedes Garrido– que sabe como nadie sacar de sus casillas al PP.

Diga lo que digan en el Govern y en el PP la portavoz parlamentaria de Vox, Manuela Cañadas, tenía todos los números para caerse del andamio. Y el PP iba dispuesto a llegar al final. Con el tono que la diputada de Vox emplea en sus intervenciones, ni al Govern, ni desde luego a otros actores de esta crisis, les parecía una interlocutora valida. Con la cosas de comer, o con la iniciativa privada y el espíritu del capitalismo, no se juega. Y ya hace una semana, coincidiendo con la presencia en Balears del secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para inaugurar el 15 Congreso del PSIB, la asociación de promotores inmobilarios hizo pública una carta después de que, representantes del sector, dejaran claro en conversaciones privadas y no tan privadas su incomodidad con Vox. Un país de propietarios y no un país de proletarios, dijo un sonriente ministro franquista cuando se inicio el desarrolismo.

¿Qué pasó? ¿Por qué esta última crisis cuando PP y Vox, comparten un mismo objetivo? Una vez más cabría incidir en personalismos. También en el partido de Abascal en Balears. ¿Quién financia a Vox? ¿A quién presentó este partido en una candidatura electoral? ¿Acaso hay algún interés en sacar suelo en Calvià además de en Palma? ¿Y qué tiene de malo que haya suelo? ¿No es la vivienda un derecho? Sí, y además es un negocio.

Habrá que esperar a que se visualice la foto final y quién sabe si los meses y años que vienen –ojo a esa guerra europea– serán otra vez en Balears los de las grúas y hormigoneras. «Es el ladrillo, estúpido», podría resumirse con la recurrente adaptación de aquel lema de la campaña de los demócratas de Bill Clinton ante los republicanos de George Bush, padre.

Pausa unos días para una negociación «discreta» hasta desencallar este asunto y ver si Manuela Cañadas cae definitivamente del andamio. O de la viga, como la de aquella fotografía de los obreros merendando en los años 30 del siglo pa sado. Y habrá que ver quién se merienda a quién. Negueruela dijo hace unos días que estaba por pedirse palomitas.