Maria Antonia García12/03/25 4:00
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La violencia social se está cebando con los profesionales sanitarios, quienes se han convertido en las víctimas de muchos descontentos con el sistema de salud. Mientras el Congreso rechaza la proposición de ley para acabar con las agresiones en este sector, por una posible invasión de competencias autonómicas, el IB-Salud recibió 1.365 avisos en 2024, un centenar más que el año anterior, lo que se tradujo en 17 denuncias ante la Policía Nacional, cifra que, a priori, no parece muy elevada, pero que constituye todo un logro si tenemos en cuenta que hace unos años solo se producían cinco.

Ahora bien, si hay un dato preocupante es el de la reincidencia de 440 agresores, lo que se hubiera podido evitar. Es indignante que estas situaciones no solo se produzcan, sino que vayan en aumento y los insultos, vejaciones, golpes, coacciones, lesiones y amenazas estén a la orden del día y doctoras y enfermeras sean, en un elevado porcentaje, sus destinatarias. Es hora de poner coto a estos actos, con penas ejemplares, y acabar con la impunidad de que gozan los atacantes.