España va bien. Mejor que bien. Fue la mejor economía del mundo en 2024 y no lo dicen José María Aznar ni Pedro Sánchez, sino «The Economist». Semanas atrás, la prestigiosa revista británica comparaba la crisis de deuda pública y del rescate financiero de 2012 con la época actual, y considera que España es un ejemplo para Europa y que las reformas –bancaria y laboral– dan sus frutos. Se han sumado al elogio los diarios «Le Figaro», para quien España está «dando una lección» y «The Times», que afirma que «la España en auge se encamina hacia una nueva era de prosperidad».
«Hace doce años, España era sinónimo de fracaso económico. Qué diferente es ahora la situación», dice «The Economist». En 2012 la deuda pública era del 84,1 por ciento respecto al Producto Interior Bruto (PIB). En 2024 ha ascendido al 101,8 por ciento, pero ya no es un problema. La prima de riesgo respecto a Alemania está ahora en 67 puntos básicos, cuando en 2012 llegó a superar los 600. España crece y la inflación se da por controlada, y yo me pregunto si estos analistas van al súper. En cuanto al desempleo, ya no se oye hablar del paro estructural.
Lo más llamativo del artículo es que bendice los servicios turísticos y no turísticos así como la entrada de inversión extranjera, considera positiva la inmigración por su aportación al PIB –reconociendo que hay muchos «empleos mal pagados y poco cualificados»– y señala que «pese a los éxitos, la economía española presenta problemas como el precio de la vivienda o la productividad». Con esta frase minimiza la jaula de oro que nos oprime y el hecho de que trabajando no se puede vivir, consagra el monocultivo turístico con todo lo negativo que esto implica, consiente que los sueldos no tengan relación con la capacitación y omite el fracaso que supone una sociedad y un capital desarraigados. Todo por el ROI.
Para rematar, considera que el «gobierno de coalición, frágil e inestable, va en la dirección equivocada». Todo un eufemismo considerando que, como dijo el abogado Felio Bauzá, «habría que leer 3.500 páginas al día para estar al corriente de los cambios legislativos». La demagogia y el populismo han arrasado el fondo y la forma del sistema político en todo su abanico ideológico. Lo sabemos y lo sufrimos. Hace años que habría que haber utilizado el bisturí en pro de la cosa pública, pero ahora está más de moda la motosierra.
Si España es el ejemplo, Balears es la envidia de Europa: es líder en crecimiento económico y acumula récords de llegada de turistas, gasto turístico, pernoctaciones, población y recaudación fiscal. ¿España va bien? Según «The Economist», en 2012 «los jóvenes abandonaban el país o protestaban por la falta de oportunidades». ¿Y ahora, qué oportunidades tienen? ¿Estar mejor que Alemania, Reino Unido o Francia es estar bien? A ver si el ‘España va bien’ será en realidad un ‘al loro, que no estamos tan mal’, un ‘por muy mal que estén las cosas, siempre pueden empeorar’.