TW

Parece que antes de empezar a discutir la paz en Ucrania con el invasor, EEUU ya ha pactado el precio y se apropiará de sus minerales para facilitar la reconstrucción. América primero es su lema, el viejo lema de todos los nacionalismos, que no están tan interesados en lo que tengan ellos como en lo que tienen los demás, que de ningún modo puede ser igual. Cuestiones de superioridad. Todos los nacionalismos de derechas, que son todos desde los catalanes de Junts, los madrileños de Ayuso, los ingleses del Brexit y los americanos con gorras supremacistas, desprecian el café para todos. Ni el mayor de los privilegios les interesa si otros lo disfrutan igualmente. Que las leyes sean iguales para todos les resulta ofensivo, y de ahí su obsesión contra los emigrantes.

Noticias relacionadas

Cómo se van a comparar con nosotros, por favor. El éxito popular de Trump, pero también el de Ayuso y Puigdemont en sus ámbitos, reside en que ellos pregonan abiertamente su superioridad con desparpajo, a diferencia de los muchos que lo piensan y no lo dicen. Lo fundamental es distinguirse, como los artistas plásticos y los cantantes. Ser singulares, superiores. Normal que los trumpistas madrileños se nieguen a aplicar leyes generales, incluidas las futbolísticas que rechaza Florentino Pérez, y los catalanes no exijan una financiación copiosa, sino singular. Tampoco les gustó el aumento del salario mínimo, que según el señor Turull debe ser más alto en Catalunya por su nivel de vida, y menos todavía la condonación de la deuda, que si era parte del precio por sostener al Gobierno, no les vale si es para todas las autonomías y no solo para ellos.

Sí, qué cosas tiene la superioridad. Querer apaciguar con privilegios a los privilegiados es perder el tiempo, como demuestra el trumpismo local. Nunca están contentos. Mucho gilipollas es lo que hay. Y raro que esto, un fenómeno antiquísimo, no lo sepa el Gobierno, y al lío de la financiación añada ahora el perdón de las deudas. En menudo barrizal se han metido. Una ciénaga de superioridades nacionalistas. Abundan en el mundo, con EEUU primero, pero es que nosotros tenemos nacionalidades a porrillo. Supremacías insuperables. Nunca nos van a dejar en paz.