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Marga Prohens se aproxima al ecuador de su mandato con una situación mucho más complicada que al inicio de la legislatura. No tiene unos Presupuestos aprobados, pero eso no es el principal problema porque tiene margen de actuación con la prórroga de los actuales. El problema de Prohens es que no tiene socios con quien pactarlos y aprobarlos.

Ni Més ni el PSIB moverán sus votos para ayudarle a aprobar las cuentas así que la conclusión es que Prohens sigue atrapada en manos de Vox. No son sus socios preferentes; son los únicos con lo que puede contar para aprobar esta ley.

El PP ha hecho movimientos para acercarse a la izquierda y aprobar algunas leyes que están en cartera y es muy probable que logre consensuar los proyectos legislativos de conciliación y de polígonos industriales. Ambos textos apenas tienen carga ideológica, por lo que el acuerdo entre PP e izquierda es posible, pero no sucede lo mismo con los presupuestos o con otra de las promesas que hizo Prohens en el debate de política general: la subida de la ecotasa y otras medidas para combatir la saturación turística.

Ilustración: Zaca

La presidenta ha lanzado mensajes confusos que dejan entrever que estas dos propuestas se aplazan, que no se aprobarán este mes como ella misma había anunciado. Tal vez el retraso tenga que ver con esa dificultad para aprobarlas: no tendrá el apoyo de Vox, pero tampoco está claro que el apoyo de Més le vaya a salir gratis, por lo que no hay que descartar que todo se aplace o que incluso no se llegue a hacer en esta legislatura.

En el trasfondo de esta situación está una realidad tozuda: Prohens no tiene aliados. Está sola. Puede pactar leyes muy específicas y ‘apolíticas’ con la izquierda, pero lo tiene difícil para sacar adelante las propuestas de derechas de su programa electoral y para eso no tiene a nadie porque ha quedado claro que no puede fiarse de Vox.

Desde que Santiago Abascal rompió con el PP, la formación no ha hecho más que elevar la puja para dar su apoyo a Prohens. Han dejado claro que no les interesa gobernar sino desgastar al PP para comerles su espacio, como hizo en su día Podemos con el PSOE. Mientras su objetivo sea envolverse en la bandera y gritar ‘Viva España’, no harán nada para ayudar a que Prohens cumpla su programa electoral aunque las medidas que plantee la presidenta le puedan ir bien. Vox no se moverá ni un milímetro a favor de Prohens. Mejor dicho: solo lo hará cuando lo ordene Abascal.