El sabio chino Lao-Tse dice: «Lo débil y lo tierno vencen lo duro y lo fuerte».
También podríamos decir que la humildad derrota la soberbia y la generosidad, el egoísmo.
La sencillez se opone al orgullo y puede derrotarlo.
Todas estas paradojas son ciertas y tienen una fuerza extraordinaria.
La historia de la humanidad está llena de estas paradojas y nuestra sociedad ha avanzado gracias a ellas.
Lo duro, lo fuerte, lo poderoso puede derrumbarse ante lo débil, lo tierno y lo sencillo. Ello representa una esperanza para la sociedad.
Las barreras más altas y fuertes pueden superarse, si las paradojas antes citadas se hacen realidad.
Lo que parece imposible será posible si aplicamos estas paradojas con decisión y lucidez.
Este pensamiento de Lao-Tse reviste una lucidez extraordinaria. Meditémoslo.