Hay que observar esta pasada semana política en detalle porque están pasando cosas. Sobre todo en el lado de las derechas, la que representa el PP y también la más extrema de Vox. Hay veces que las dos parecen confundirse, al menos a la hora de plantear objetivos, y otras en las que se diría que cada una va por su lado. En realidad, ocurren las dos cosas a la vez y las dos derechas (también en clave estatal, cabría añadir a la ‘neoconvergencia’ de Junts) parecen estar mirando a miles de kilómetros, a Estados Unidos, concretamente. La política balear no es la excepción a esta regla.
La presidenta balear, Marga Prohens, y la amplísima delegación institucional que ha acudido a Fitur, han pasado buena parte de la semana en Madrid, donde el martes (concretamente en el primer pleno del año del Congreso) el Gobierno de Sánchez sufrió una derrota evidente al no poder sacar uno de esos ‘decretos cajón de sastre’ en los que los gobiernos meten de todo. También por Fitur pasó la representante de la política turística del Gobierno de España, posiblemente la única representante política de Balears del lado de la izquierda: Rosario Sánchez. Esta ha sido una semana de mucho movimiento aunque buena parte quede entre bastidores. Pero se irán viendo sus consecuencias poco a poco.
No han empezado los plenos en el Parlament -se reanudarán en febrero- pero esta semana, como la anterior, están abiertas las puertas del registro para plantear iniciativas. Así como enmiendas a las dos leyes del Govern que ahora se están tramitando: la de conciliación y la de gestión y modernización de áreas industriales: la ley de polígonos.
Y del mismo que la portavoz parlamentaria del partido de Abascal en Balears, la diputada Manuela Cañadas, remitió 1.500 preguntas al Govern sobre el uso de baños mixtos, que relacionó con la ideología woke, esa formación sigue sacando el maletín antiwoke y antiagenda 2030 para plantear cualquier iniciativa, ya sea cómo actuar ante una granja de pollos, una ley de conciliación o la definición de un polígono. La izquierda no sabe ahora mismo, y a veces el PP tampoco, si Prohens tiene apoyo de Vox para su agenda inmediata. Sí sabe que en la oposición se entienden bien y que los dos partidos, con sus matices, buscan recoger eso que Trump ha conseguido con su programa ‘América primero’, allí (por sus siglas), MAGA. Marga Prohens tendrá que elegir con quién quiere seguir.