Llegó el temido 20 de enero y Donald Trump pasó a ser el 47 presidente de los Estados Unidos. Los día anteriores al 20, yo temía que el 20 me despertaran las trompetas del apocalipsis y habría llegado el fin de los tiempos. De momento no fue tan grave, pero puede pasar en cualquier momento si crees en el libro del Apocalipsis de Juan.
Trump ha sido elegido presidente con una áurea de ser el enviado de Dios. Algunos de los cristianos que lo apoyan ya argumentaron en 2016, cuando fue elegido por primera vez como el 45 presidente que el capítulo 45 del Libro de Isaías anunciaba aquel momento. En Isaías 45 se explica la liberación de los hebreos del cautiverio de Babilonia por Ciro el rey persa. Esto era un símbolo de la liberación de los cristianos del yugo comunista en América. Curiosamente en esta elección no se ha dicho nada del capítulo 47 de Isaías, que es un lamento por la destrucción de Babilonia, ¿será esto un símbolo de la destrucción de América? Pero esto no se ha comentado.
LO IMPORTANTE realmente es lo que pasó el 20 de enero. La primera impresión fue de gran unidad del partido Republicano apoyando a Trump, no paraban de aplaudirle cada frase que dijo. Su discurso fue lamentable, críticas y muchas mentiras por la situación presente de Estados Unidos y gloria por lo que pasará a partir de ahora. Eso dicho frente a Biden fue de gran mala educación y falsedad. Pero a partir de aquel momento empieza la «edad de oro de América». Enumeró los muchos cambios que iba a hacer y que empezaría el mismo día. Muchos de esos cambios, muy aplaudidos por los de su partido, me dieron gran tristeza. Fue duro escuchar todo su discurso.
Una cosa sí fue cierta en lo que dijo y es que comenzó a implementar sus cambios inmediatamente. Después de las ceremonias se fue directo a firmar decretos ley sobre esos cambios. El mismo día 20 firmó 26 decretos ley cubriendo muy diversos asuntos.
Declaró Emergencia Nacional la frontera entre Estados Unidos y México y añadió que una prioridad del ejército americano es la seguridad en esta frontera. Siguiendo con sus ataques a los migrantes, suprimió el derecho a ser ciudadanos a los que nacieran en Estados Unidos de padres migrantes sin papeles. Esto último será difícil que se mantenga ya que ser ‘ciudadano’ es un derecho de los nacidos en Estados Unidos incluido en la constitución y esos derechos no se pueden suprimir con un decreto ley.
HA REDUCIDO LOS DERECHOS Lgtbiq a muchos niveles. Decretó que en Estados Unidos solo habría dos géneros, los mismos que el sexo. Prohibió de nuevo la entrada en el ejército de personas que se han cambiado el sexo. Ha cancelado un decreto de Biden que fomentaba la equidad entre personas de diferentes grupos étnicos.
Ha decretado que se salía del acuerdo de París sobre las emanaciones de CO2 y ha declarado que fomentará la producción de combustibles fósiles. También ha quitado la regulación que pretendía eliminar en unos años los coches con altas emisiones.
Ha reducido los derechos a los funcionarios públicos y ha empezado la expulsión de asesores del anterior presidente. Ha eliminado el teletrabajo en la función pública.
Ha decretado la salida de Estados Unidos de la WHO (Organización Mundial de la Salud) por lo mal, que según él, llevó los asuntos de la pandemia de la covid.
Todo eso es solo una parte, es imposible aquí enumerar todos sus cambios y fue solo el primer día.