Andabas preocupado. Te apenaba, por ejemplo, la terrible soledad en la que se había hallado el Fiscal General de Sánchez. El pobre hombre, durante algunos días, ciertamente significativos, no había recibido ni un solo whatsApp, ni un triste mensaje electrónico, ni... Y es que el sr. García, como el coronel de la novela de García Márquez, no tuvo, en una semana, quien le escribiera…
Otro asunto que te inquietaba era el de la salud mental de David Sánchez, Jefe de una, al parecer, onírica Oficina de Artes Escénicas. Llevado ante el banquillo por el contubernio judeo-masónico -¿les suena?- y por la facho-esfera a la que ya pertenecéis todos, el pobre no pudo recordar dónde se ubicaba físicamente la citada oficina o su despacho. Como tampoco fue capaz de dar cuenta de cuál era su trabajo o quiénes eran sus subordinados o qué función tenía la susodicha entidad… ¿Prematura demencia senil? Aunque, dicha sea la verdad (y no es una ironía), te tranquilizó que esa amnesia fuera selectiva, porque David aún sabía desplazarse de Badajoz a Portugal o estar al tanto de las idas y venidas (más venidas que idas) de sus emolumentos…
No obstante, cuando regresaste a casa, volviste al mundo real. Aunque te topaste con una desagradable sorpresa: un virus gripal se había enamorado perdidamente de ti, haciéndote la puñeta. Ya en la cama, caíste en la triste cuenta de que esa dolencia inesperada, unida a la de tus imprevisibles piernas, te impediría acudir a dos eventos que te apetecían hasta el paroxismo: la inauguración de la exposición dedicada a Zaca en el Ateneo y la gala de Sant Antoni que anualmente organiza «Es Diari».
Las caricaturas de Zaca recogen con humor nada más y nada menos que cincuenta años de la Historia de Menorca. Pero aun siendo esto extraordinario, hay otros aspectos que te parecen todavía más relevantes. A saber: la belleza y perfección de su dibujo; su talento a la hora de sintetizar en una sola viñeta hasta la más compleja de las situaciones que os envuelven y, finalmente, su crítica socio política, siempre acertada, pero permanentemente respetuosa. Algo que, en los tiempos en que vivimos, marcados por el insulto y la grosería, añade un ‘plus’ de grandeza a su obra. Por si lo anterior fuera poco, Zaca es un hombre repleto de bonhomía… Y de modestia (en su caso injustificada). Estoy seguro de que, en el día de la inauguración, Zaca, y de alguna manera, estuvo presente nuestro común amigo Juan Carlos, quien adoraba tu producción.
Tampoco –la temperatura aumentó al constatarlo- podrías estar presente en la Gala de los Protagonistas que, anualmente, organiza «Es Diari». Un prodigio de trabajo, amor por Menorca y brillantez. Amén de ser un acto que propicia el fraternal entendimiento de las personas que a él acuden, independientemente de las ideas que cobijen. Chapeau!
Y ahora tendrán que perdonarte. Toca meterse en la cama, tomarte un paracetamol y dormir el amor que te profesó el virus de la narices. Pero no sin antes remitir un whatsapp al Fiscal General (¡que el pobre por lo menos tenga uno!) y recordarle a David que para localizar lugares e informaciones varias existen excelentes buscadores por Internet. ¡Atchiiis!