El segundo día de cualquier cosa, y también de Navidad, suele emplearse en hacer todo lo que no se pudo hacer el primero (regalos, banquetes, abrazos), o se hizo mal, o no salió como estaba previsto, en cuyo caso se repite otra vez lo mismo, aunque ya con cierta desgana. Según el Génesis, que es un relato muy confuso por estar basado en viejos mitos mesopotámicos, en el principio Dios creo los cielos y la tierra, pero la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas cubrían el abismo. Así que el segundo día intentó poner un poco de orden, separar unas cosas de otras, las aguas de las aguas, el cielo de arriba del de abajo (el infierno, quizá), las tinieblas a un lado y la luz al otro, todo eso. Para el génesis, el segundo día corrige al primero, como la segunda vuelta de unas elecciones, la segunda cita romántica o las eliminatorias a doble partido.
Oraciones
El segundo día
27/12/24 4:00
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