Para millones de ciudadanos de este país, el tal Juan Lobato era un auténtico desconocido hasta que la semana pasada saltó a la palestra por el feo asunto de los líos con Hacienda del novio de Isabel Díaz Ayuso, a la que todo el mundo conoce porque parece más una actriz famosa que una dirigente política. El caso es que Lobato, líder de los socialistas madrileños, acabó por entregar su cargo y casi casi nos dio pena porque su discurso, como el de José Luis Ábalos (que llegó a ser ministro) es el de víctima de la maquinaria de poder que dirige con mano de hierro el ególatra Pedro Sánchez. La mayoría de los mortales nunca sabremos qué hay de cierto en lo que dicen unos y lo que contraargumentan los otros porque estoy convencida de que en el mundillo de la alta política todo son cloacas y mafias y, como decía aquél, el que se mueve no sale en la foto.
Lobato
09/12/24 4:00
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