El PP de Catalunya está preparado para lanzar su programa para la autonomía, como si gobernara. Se centra en asuntos que preocupan a los catalanes, como seguridad, okupación, inmigración, impuestos y educación en español. Un mix perfecto para la derecha, incluso para la extrema derecha. Lo desgranará en el debate sobre política general en el Parlament. Está muy bien conocer las propuestas de cada uno de los partidos que podrían, en un mundo paralelo, llegar a gobernar un territorio.
Lo divertido es que todo eso que el nuevo líder del partido en la región, Alejandro Fernández, presenta como novedad ya debía estar en el programa electoral de los comicios autonómicos, ya que las elecciones se celebraron hace apenas cinco meses. Y, aunque Fernández logró la hazaña de triplicar el número de votos desde la anterior convocatoria a las urnas, en 2021 (era entonces un partido residual), todavía está a años luz de poder sentarse en el gótico trono de la Generalitat. Los socialistas más que duplican su número de votos. Y el independentismo le gana por cuatro a uno. Por ende, si su programa ya prometía todas esas soluciones a los problemas de los catalanes y solo le votaron trescientos y pico mil -la comunidad tiene más de siete millones y medio de habitantes-, significa que la inmensa mayoría las ha descartado.
Quiere más policías y guardias civiles en Catalunya, hacer que los Mossos puedan desalojar okupas, expulsar a los extranjeros delincuentes reincidentes, meter la educación trilingüe en las escuelas y eliminar impuestos a los ricos. En fin, que haría bien el PP en bajar un poquito a la realidad. Aun así, siempre es bienvenido saber que los políticos hacen su trabajo y buscan resolver problemas.
