Resulta hasta lógico que un verano que empezó con el debate sobre turismo y la masificación termine mirando al mar. A ese mar, el Mediterrráneo, claro, con más de un motivo de atención estos días: de un lado, el yate que mató a un pescador en Cala Bona –y la necesidad de debatir qué pasa en el mar– y, de otro, la inmigración que, con el asunto de los menores acompañados, será uno de los focos del debate político. El mar es entrada y salida en unas islas como Balears –aparte de elemento fundamental de cada verano– y es lógico que el Govern haya dedicado la última semana de agosto a mirar al mar.
En un verano de incidentes y accidentes en el mar, y con protestas ecologistas en las playas ante la masificación; en un verano pendiente de las propuestas para el debate, la presidenta Prohens anuncia una mesa específica para el mar y la náutica –este Govern tiene una conselleria y un conseller dedicado al mar– y el GOB, que ha llevado la delantera en casi todos los debates sobre territorio y medio ambiente muestra un vídeo donde se ve claramente lo que todo el mundo ha visto alguna vez: lanchas, yates y motores a toda haciendo suyas las costas. Una situación que no pasa desapercibida tampoco en el Govern. La Policía y la Guardia Civil han considerado poco creíbles las declaraciones de la tripulación que arrolló y mató al joven pescador y el patrón del yate ha sido imputado por homicidio.
Este lunes, 2 de septiembre, arranca un periodo político y parlamentario extraño, tanto en el fondo como en las formas. Empieza debatiendo si el presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne (Vox) tiene que continuar en la presidencia de la institución. Esa primera sesión la presidirá el ‘popular’ Mauricio Rovira. El PP de Prohens tiene en sus manos su continuidad. Y la presidenta, en este verano con vistas al mar, ha estado deshojando la margarita. Ya no queda demasiado para que defina oficialmente su posición. La izquierda está a la espera y esta primera semana ha excluido de sus agendas otros frentes. La Mesa de la Cámara, ocurra lo que ocurra el martes, tendrá que reunirse el miércoles para preparar el pleno de la semana siguiente. El lunes, Francina Armengol dirigirá la reunión de las jornadas del PSIB. La presidenta del Congreso, y secretaria general socialista, ha estado este verano muy pendiente de la política balear. Y esta semana participará también en el acto de conmemoración de los 25 años del primer gobierno de la izquierda. El PSIB sabe que sin un espacio a su izquierda articulado y que no reste votos no volverá al Govern. Sobre todo si el PP deja de depender de Vox. Anda movido el mar. También el político.