Dando vueltas a ver qué escribo hoy sin que sea una crítica o me enzarce en buscar y pedir soluciones a los que gobiernan… y después de que muchos me decís que os gusta leer cosas positivas, voy a meterme con la idea de qué es eso de tener amistades.
Es cierto que no es tarea fácil encontrar una amistad de las que soñamos muchas de nosotras pero es tan cierto como que cuando la encuentras una ventana de aire limpio y fresco se abre frente a ti haciendo que te sientas querida y comprendida.
El «comprendida» no entraña que tu amiga comparta tu idea, pero sí que la respete y que se pueda establecer una conversación que seguro nos hará crecer a las dos.
El «querida» es algo que va más allá… una grata sensación de que tienes ante ti a esa persona que va a apoyarte y que sus consejos u actuaciones siempre serán en aras de tu bienestar.
Ahhh, qué gusto tener una amiga o un amigo… Y no importa el sexo, solo importa que percibas ese «amor», ese cariño desinteresado… ese abrazo tan sentido… ese susurro cuando te desinflas y que te dice ¡tú puedes!
Ya me habréis oído alguna vez hablar de la magnífica canción de El Arrebato cuando, hablando de la gente luminosa, desengrana con precisión qué es un amigo… una amiga.
2 Y AQUÍ Y AHORA (como dicta la moda actual cuando hablamos de qué estamos viviendo) me confieso afortunada al contar con personas que me hacen sentir su amistad de manera callada pero con una potencia que arrastra cualquier mal momento que pueda venir… amigas que me devuelven sus abrazos cuando yo, que soy muuuuuy efusiva, se los doy… que como dice la canción me piden «ponme un wathsapp cuando llegues»… Amigas que aún sabiendo que nuestras ideas son algunas veces contrarias, respetan y saben entablar largas conversaciones sin exaltaciones, sin exabruptos ni calificativos feos feos!
Amigas que se abren a ti sabiendo que vas a escuchar sin juzgar.
Bueno, también tengo amigos que reaccionan así… pero son muy pocos.
Las mujeres quizás somos más permeables o menos tímidas y nos abrimos ante una amistad real.
Y como no puedo evitar meterme con nuestros políticos, podrían tomar lección y trabajar en la idea de la amistad como actitud relacional, quizás así podríamos asistir a un cambio de escenario… lo cortés frente a la mala educacion actual, el respeto hacia el contrario frente a la chabacaneria que vemos cada día, el escuchar frente al atacar… en fin… hoy os aconsejo que valoréis quiénes son vuestras verdaderas amistades y les abracéis muy fuerte y más a menudo.
Bueno, no he podido evitar meterme con los que gobiernan… ¡pero es que se ve y se oye cada cosa!