Me ha salido rimando casi sin quererlo y digo yo si será porque mis musas escasas y huidizas pretenden separarme de mi habitual vicio de los lunes, que no es otro que contarles a ustedes algunas cosillas, toca narices muchas de ellas pero bañándolas de humor fino y nada corrosivo, porque qué sería de nosotros los solitarios cautivos en manos de las muchedumbres que nos quieren abrazar, besar y hasta llevarnos al río seamos o no mozuelas o mozuelos?
Yo les confieso que voy a instalarme mientras duren estos calurosos meses veraniegos en mi atalaya, lugar camuflado y sin lugar conocido y desde donde otearé, como si fuera un halcón peregrino, el ir y venir de los embadurnados semejantes, no parecidos, en chanclas y dejando el rastro inconfundible de esos aceites vendidos como protectores del sol pero que acaban siendo auténticos aliños de cientos de rojas gambas a la plancha. Y hablando de aceites, se nos avisa de una rebaja que para el consumidor será irrisoria en un país de lo más aceitoso, tema resbaladizo dependiendo en qué lado nos situemos.
Y celebro que PP y PSOE hayan llegado a una acuerdo sobre temas judiciales, lo que demuestra que la unión entre grandes soluciona. Solo esas gallinas deambulando por un aparcamiento playero me arrancan la sutil sonrisa de que han llegado antes que los bañistas… ¿para aparcar sus plumas tal vez?