01/05/24 4:00
Lo de las llamadas spam es de risa, una de esas risas histéricas, descontroladas, demenciales, que preceden a las catástrofes y los titulares de prensa más siniestros. Entiendo que a ustedes también les acribillan. Si no es así, envíenme un privado explicándome cómo lo consiguieron. Uno sabe que los que se encuentran al otro lado son trabajadores que cumplen órdenes y horarios, el eslabón débil de la maquinaria monstruosa, pero cuando el teléfono suena a las diez de la noche de un día entre semana uno siente brotar en él al Ted Bundy que lleva dentro. Y todos llevamos uno entre el esternón y la boca del estómago.