Para enseñarnos el principio de realidad, un profesor nos decía: «Si escucháis pisadas de cascos por la calle dad por seguro que son caballos y no cebras».
El juez García-Castellón no debió tener este maestro y por eso aprecia terrorismo en las protestas de Tsunami Democràtic en el Aeropuerto de Barcelona tras el estrepitoso y ridículo fracaso del procés
Sin duda, el magistrado tendrá muchos conocimientos jurídicos mientras que yo solo tengo uno, pero me basta: la justicia para ser justa siempre debe aplicar el principio de. proporcionalidad.
Por intereses a corto plazo, la derecha política y bastantes medios de comunicación abonan la tesis de terrorismo en las protestas independentistas sin darse cuenta de lo peligroso que es la criminalización de las manifestaciones.
Por la misma regla de tres podrían ser consideradas terroristas las protestas contra Pedro Sánchez, las de los agricultores o las de los profesores de Balears, por poner varios ejemplos recientes. ¿Qué pasa si eventualmente a alguien le pilla un infarto y fallece tras una acción reivindicativa? ¿Es violencia como la de ETA? Y si Lewandowski marca un gol en el Camp Nou y a algún espectador le falla el corazón (más por la sorpresa de que el polaco marque esta temporada que por la emoción), ¿es eso un atentado?
Lo más sorprendente es que parte de la sociedad se pueda tomar en serio tal despropósito.