Rachas
Nuestro diccionario de la RAE define racha como un periodo breve de fortuna o desgracia, y se resalta lo que breve porque si dura mucho ya no se puede considerar una racha, sino el pan nuestro de cada día. En teoría y a efectos lingüísticos, se trate de rachas de viento o de buena y mala suerte, no pueden durar o dejarían de ser rachas. Lo que no quiere decir que no existan rachas duraderas, incluso extraordinariamente duraderas, como la que narró el cuentista Bret Harte en Los desterrados de Poker Falt, en la que el jugador profesional John Oakhurst, según rezan las palabras de su tumba, entregó la baraja víctima de una mala racha definitiva. O la del coronel Chabert, de Balzac, dado por muerto en la batalla napoleónica de Eylau, sepultado bajo una montaña de nieve y cadáveres, y que habiendo gastado toda su buena suerte en sobrevivir, luego ya pilló una mala racha total, y hasta su mujer le aconseja que vuelva a morirse. Mala racha post mortem, en efecto.
También en Opinión
- El 'Mateu Orfila' implementa una técnica pionera en cirugías digestivas
- Dani Reixach, psicólogo clínico: «Trabajar con un dotado es como pulir las caras de un brillante»
- Fallece Andrés Seguí Mercadal, ingeniero naval y fundador de Iscomar
- Un ganador del Abierto de Estados Unidos en Ciutadella
- Profesionales del sector social de Menorca exigen medidas para que no se repita la tragedia de Badajoz