Cuando una información no llega a noticia se queda en chismorreo, cuyo pretérito imperfecto, segunda persona del singular, es: chismorrearas o chismorreases. Y si no chismorreases tanto, no pasaría lo que pasa. Las famosas fake news o noticias falsas o bulos, no camparían a sus anchas por el mundo. Se rumorea que en el PSOE están preocupados porque ha dicho Pedro Sánchez que si pactase con el PP no podría dormir por la noche.
Núñez Feijóo dice que no cree en las feministas pero que haberlas, haylas. Y Yolanda Díaz quiere explicar en las escuelas la diferencia entre comunismo y consumismo. No son lo mismo, ha declarado. Hay mucha confusión sobre este tema desde que Alberto Garzón es ministro de Consumo y parece que comer jamón es de derechas.
No sirve de nada acumular dinero o información si no sabes qué hacer con ellos. Por eso, el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica de este año ha sido para los creadores de inteligencia artificial, Geoffrey Hinton, Yann LeCun y Yoshua Bengio, considerados los padres del deep learning o aprendizaje profundo.
Basarse en el uso de redes neuronales para el reconocimiento de voz, la visión por ordenador y el procesamiento del lenguaje natural fueron hace años ciencia-ficción. Tras las maravillas que vemos y disfrutamos ahora, hay mucho trabajo, pasión y creatividad. Al paso que vamos, no me extrañaría ver una huelga salvaje de cajeros automáticos.