Seguimos pagando la herencia que nos dejó Trump de sus cuatro años de presidente. A parte de las serias tensiones políticas creadas por el extremismo en el partido Republicano, posiblemente lo peor que nos dejó es el Tribunal Supremo ahora dominado por conservadores extremistas gracia a sus dos nombramientos.
La primera gran sorpresa de este Tribunal Supremo fue el 2 de mayo cuando se filtró un borrador sobre la eliminación del aborto. El Estado de Missouri preparaba una ley para restringir el aborto que un juez paró, así que llevó el caso al Tribunal Supremo. El borrador filtrado a la prensa mostraba la opinión del Tribunal.
El borrador lo ha preparado el juez Samuel A. Alito, uno de los jueces conservadores y es interesante leerlo para ver la mentalidad de esa gente. No es fácil leerlo, son 98 páginas con muchísimos detalles y citas, pero al menos la primera parte es muy ilustrativa.
En 1973, en el caso Roe versus Wade, el Tribunal Supremo basándose en la enmienda 14 de la Constitución levantó la prohibición del aborto. La enmienda 14 dice «Ningún Estado promulgará ni hará cumplir ninguna ley que restrinja los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos.» En este caso no se dieron detalles sobre el periodo en que el aborto se permitía y en qué condiciones. Los Estados conservadores han seguido promulgando leyes restringiendo el periodo del aborto. Como es el caso de Texas que lo ha restringido a las seis primeras semanas de embarazo, que es casi equivalente a prohibirlo ya que es raro darse cuenta de el embarazo antes de las seis semanas.
El argumento del juez Alito contra la sentencia de Roe versus Wade es que en la Constitución no hay mención del aborto y el derecho a su uso es muy distinto a otros derechos ya que involucra la vida del feto. Entonces, él cree que lo que se debe hacer es seguir los veredictos de los casos de aborto que se han hecho a lo largo de la historia.
Basándose en este argumento, empieza el análisis de casos que han considerado el aborto remontándose al siglo XIII en Inglaterra. Ya puede imaginarse al empezar así cual será la conclusión de su análisis. Alito cita el tratado del siglo XIII de Henry de Bracton que explica que si una persona ha «golpeado a una mujer embarazada, o le ha dado veneno, provocando un aborto, si el feto ya está formado y animado, y particularmente si está animado, él comete homicidio.» También cita dos tratados de Sir Matthew Hale de 1673, que también describen el aborto de un niño prematuro que murió en el útero como un «gran crimen» y un «gran delito». A este último juez lo cita varias veces en el borrador y se le conoce también por haber condenado a muerte a dos mujeres por brujas.
2 No hace falta seguir escribiendo aquí las citas del juez Alito, aparte de que no cabrían en este artículo, para ver a dónde va todo su argumentación. Su conclusión es que hasta la última parte del siglo XX, cuando hubo el veredicto de Roe versus Wade, no había apoyo en la ley estadounidense para un derecho constitucional a obtener un aborto. Creo que usando su método podríamos probar que en España el quemar herejes y judíos en la Plaza Mayor no es delito.
El partido Demócrata, a la vista del borrador del juez Alito, llevó al congreso una ley que permitiría el aborto y así evitar las consecuencias, pero como en la Camara de Diputados hay empate entre Demócratas y Republicanos, ha bastado que un Demócrata votara en contra para parar la ley.
Así que de pronto las mujeres en Estados Unidos se pueden encontrar que el aborto no es legal con el tremendo impacto que eso puede tener en su salud física y mental. Si realmente se considera que el aborto es homicidio como contemplaba una ley que se estaba elaborando en Louisiana, entonces aunque se fueran a abortar fuera del estado o del país serían culpables de homicidio y juzgadas por ello.
No está el panorama muy optimista, vamos hacia atrás.