El decreto ley turístico, que entró en vigor el viernes, es una de las acciones de gobierno más importantes de Armengol. Hay una lectura mallorquina. La presidenta visitó hace unos días un hotel del Grupo Meliá, acompañada de su CEO, Gabriel Escarrer, y se hicieron la foto junto a una cama elevable, ahora de obligada incorporación. No era solo un aviso de que el decreto estaba a punto, sino una forma de expresar el acuerdo con la patronal hotelera, que aunque el decreto tiene muchos otros frentes, los hoteleros siguen siendo el grupo de presión más destacado. Ayer, aplaudían una inversión prevista de 102 millones de euros, de los que 15 son para esas camas, 45 para la eficiencia energética en establecimientos turísticos, 20 para digitalización y 22 para construir cuatro centros de formación, entre ellos la prometida escuela de hostelería de Ciutadella, que va saltando de un plan a otro.
Terra de Vent
Una bomba para el alquiler turístico
13/02/22 3:59
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