El 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, no descubrí la broma del catedrático Ignacio Sánchez-Cuenca en «El País» hasta el último párrafo de su artículo «La casa de los políticos». Leía que La 1 iba a estrenar ese día un reality con veinte diputados en activo que convivirían durante ocho semanas, su periodo de vacaciones remuneradas, con el reto de llegar a un acuerdo para aprobar la nueva Ley de Puertos del Estado. Entre otros estarían José Luis Ábalos, Adriana Lastra, Cayetana Álvarez de Toledo, Cuca Gamarra, Macarena Olona, Pablo Echenique, Inés Arrimadas, Gabriel Rufián, Aitor Esteban e incluso Mertxe Aizpurua de Bildu. No me digan que la idea no prometía. El objetivo: aproximar la política a los ciudadanos y para ello que se descubriera que los diputados son personas «humanas». El mismo Congreso era el promotor del programa. Y para llevarlo a cabo se contaba con fondos europeos de Next Generation. La broma solo era creíble para los ciudadanos inocentes, si es que queda alguno.
Terra de Vent
Inocencia perdida
02/01/22 0:18
También en Opinión
- «Cuando mi hija nació no quería alimentarse, los médicos me dieron el pésame dos veces»
- Seth Hotels deja en 2026 la gestión del Hotel Port Mahón y el Agamenón tras casi tres décadas
- Consumado el relevo al frente de la compañía de la Guardia Civil de Menorca
- Los colegios de Menorca reducen al mínimo las excursiones escolares al no poder afrontar el pago del bus
- Los arquitectos de Menorca piden levantar el veto de los municipios al aislamiento de las fachadas