Bueno, dicen que la noche de San Juan es la más corta del año, pero este año, sin las fiestas de San Juan en Ciutadella, por culpa de la epidemia del coronavirus, creo que será muy larga; desde luego las caras de los entusiastas de las fiestas, que se cuentan por miles, van a ser caras de lo más largas. Ya saben lo que significa poner cara larga: enfurruñarse, estar de mal genio, estar enfurruñado, estar malhumorado, poner hocico, poner morros, etc. Si no, nos mata, que es lo peor que nos puede pasar, el coronavirus nos va a dejar más pobres y menos alegres; desde luego sin la alegría y el jolgorio de las fiestas de San Juan en Ciutadella. Pocas veces se han suprimido estas fiestas; cuentan que entre los años 1654 y 1656 no hubo fiestas de San Juan a causa de la epidemia de peste que azotó a la población. Tampoco hubo fiestas de San Juan los años 1937 y 1938, a causa de la Guerra Civil española. Además, pocas veces se han visto fiestas de San Juan con lluvia, y si alguna vez ha llovido, creo que se han celebrado igual. Lo normal es que luzca un sol esplendoroso, tanto que incluso el refranero asegura que «en el mes de San Juan, al sol se cuece el pan» Y también dice que «por san Juan soleado, da gusto; pero lluvioso, da disgusto». Para disgusto el de este año, en que el sol es una bolita incandescente, como siempre, pero rodeado de trompetitas como la tristemente famosa corona del coronavirus.
Les coses senzilles
La noche más corta, la cara más larga
11/05/20 1:21
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