Aunque no hay medicamento específico para este virus, el amor sabrá vencerlo y cualquier día de estos, nos darán permiso para recuperar besos y abrazos que ahora tenemos que guardar, y saldremos a la calle como si no hubiéramos estado nunca en ella a disfrutar de nuestra propia presencia. Pero ahora estamos en tiempos de permanecer confinados en un piso durante días que se están convirtiendo en semanas, sin tener que ir ni al instituto ni a la universidad, una juventud y también los que ya no somos tan jóvenes, pero que igualmente necesitamos desesperadamente amar a nuestras parejas, sentir el cálido abrazo, el tacto de la mano amada, el contacto de la piel junto a la piel, la humedad del beso frente a la barrera hecha clausura por culpa de un virus, un mal bicho que no sabe de amor ni de deseo, ni de la vida que da un abrazo, frente al sucedáneo del abrazo virtual o el beso a través de una mascarilla, bromuro terapéutico como máxima licencia sanitaria. Un cuerpo puede a duras penas confinarse, el alma enamorada no, no puede aguantar la separación por mucho que venga al rebufo del dictamen gubernativo. ¿Qué el virus mata? no me diga, con más justo menester por no aguantar más, podemos robar un abrazo, una caricia, el beso que tanto se necesita y la autoridad lo castiga.
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El amor en tiempos de virus
03/04/20 0:54
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