No es nuevo ni mucho menos. Hace ya muchos años que el Londres más siniestro saca rendimiento a la ruta de Jack el destripador, pero el turismo de muerte y sucesos escabrosos parece estar tomando una nueva dimensión, tanto que ya se le ha puesto nombre, claro, tanatoturismo lo llaman. A ello están contribuyendo de manera especial las series de las plataformas digitales y las redes sociales. Los clientes de estos recorridos parecen sacar un gusto especial y difícil de entender por los lugares donde han ocurrido catástrofes o el ser humano ha dado rienda suelta a su bajeza. Una puede entender que una visita a un campo de concentración nazi pueda perseguir el afán de conocer la historia en un intento de no repetirla.
Vía libre
Turismo de series
09/07/19 1:13
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