La Constitución acaba de cumplir 40 años. En 1978 tuvimos una buena cosecha política, aunque la situación de tensión e incerteza por aquel entonces nos resulta, desde la distancia, difícil de imaginar. Brindo por todos los hombres y mujeres que tras años de guerra y larga dictadura se pusieron de acuerdo en lo esencial, por encima de bandos, revanchismos y las lógicas diferencias. Se trataba de recuperar la libertad perdida y unir lo que estaba roto, dividido. También recuerdo a los que cayeron víctimas del odio y la ciega destrucción del terrorismo. Aprobamos un marco de convivencia basado en la libertad y los derechos fundamentales que hemos podido disfrutar durante cuatro décadas. Cuando la democracia recién estrenada estuvo a punto de irse por la borda, en una noche larga y angustiosa, salió el Rey para defendernos. Porque defendiendo la Constitución nos defendía a todos. En un país tan dado a los enfrentamientos y la polarización cainita, la figura de un jefe de Estado sujeto a la ley común que sostiene todo el edificio, pone un punto de tranquilidad en el devenir vertiginoso de los tiempos convulsos.
Sin flash
Un brindis
09/12/18 22:31
También en Opinión
- El cáncer de hígado puede desarrollarse por varios factores: el alcohol no es el más determinante
- El apagón invernal de la oferta de comercios y restaurantes se agrava en Menorca: casi 600 echan el cierre
- Asalta 12 apartamentos de Calespiques, roba un coche para escapar y acaba detenido
- Un camión sufre un aparatoso accidente en la carretera general de Menorca
- La Guardia Civil, sin lanchas para vigilar Menorca, podrá usar las nuevas barcas del Govern