Como si quedara poco para la Bota de Oro. Messi (podría ser Ronaldo) se acerca solo al área rival. Tiene a Luis Suárez desmarcado, pero tiene que decidir: o tira a puerta para intentar marcar y que eso le ayude a conseguir el trofeo individual, o cede el balón a su compañero de equipo y quizás rival para ese premio. Ante esas dudas, se decide por tirar a puerta y falla. El equipo pierde. Quizás la próxima vez deba intentar una chilena para impresionar a los votantes, al jurado del premio, quiero decir.
Eso es lo que pasa en estos momentos con los partidos políticos, especialmente los que forman parte de pactos, que ahora necesitan desmarcarse, hacer algún dribling y si es posible una chilena.
En el ámbito insular se ha visto esta semana en algunos detalles. Marc Pons (PSOE) presenta los datos de los menorquines que han pagado menos impuestos por las herencias en vida, mientras Nel Martí (Més) recuerda que la modificación del Derecho Civil Balear se aprobó gracias a una propuesta de su partido. Otro ejemplo: el Consell no quiere dar a conocer los datos de usuarios del autobús de Macarella, quizás para no mostrar los de Favàritx, cuando Més ya los tiene publicados en su web.
En el Consell, donde las relaciones políticas entre los grupos son solo aparentemente buenas, los desmarques van a ir a más, sobre todo con Més, que sabe que el PSOE tiene poca capacidad de reacción. Los puentes de la General, no van a tener un final romántico como los de Madison, aunque no está claro si los socialistas serán capaces de desmarcarse con el de L'Argentina.
El paso adelante de Conxa Juanola en Maó, al publicitar su candidatura, habrá puesto nervioso a algún socio y sin embargo rival en la lucha por el voto.
Vamos a vivir la epidemia de los gestos electoralistas. Yo creo que los ciudadanos huyen del «dime de qué presumes» y prefieren ver cómo vamos a dar respuesta a lo que carecemos.