Ha sorprendido en España ganar una moción de censura, pero quizá aún más que del nuevo gabinete ministerial, once sean mujeres. Creo que nos hemos liado un poco con el nombre de este ente colegiado que sonaba mal verdaderamente al llamarlo Consejo de Ministros por ser las ministras casi el doble. Así que sin darle muchas vueltas al asunto, alguien lo bautizó como Consejo de Ministras y Ministros. Se quiera o no suena un poco a separación sexista. ¿Por qué no llamarlo Consejo del Ejecutivo Ministerial?
El hecho también me recuerda a la zarzuela «Gigantes y cabezudos» donde se canta: «Si las mujeres mandasen en vez de mandar los hombres». Con todo, creo que el presidente ha elegido muy bien; la inteligencia política no debe de tener nada que ver con cuotas igualitarias entre ser político o ser política, lo que debe prevalecer es la capacidad para el cargo que se vaya a desempeñar, y en esto como en otras cosas una mujer puede hacerlo igual de bien o de mal que un hombre. La mujer ha empezado a desempeñar trabajos que en España parecían reservado solo a los hombres. Afortunadamente, los tiempos actuales están demostrando la gran equivocación de aquellos criterios decimonónicos. Hoy hay mujeres ocupando puestos de la máxima responsabilidad, y no solo ministras, hay presidentas de gobierno, consolidadas y fiables.