La batalla por el relato en Es Migjorn

Jordi González29/09/17 11:24

Nadie se imaginaba hace un año que el Ayuntamiento de Es Migjorn acabaría por estos derroteros. Ha pasado de ser el único municipio de la Isla con mayoría absoluta del PSOE y un Ayuntamiento en el punto de mira del PP, a que los socialistas estén en la oposición y que los populares sostengan a un alcalde al que han llevado hasta cuatro veces ante la Justicia. Se ha producido un cambio de gobierno, con el mismo alcalde. Es tal este cambio que ahora manda más el PP con tres concejales que el PSOE que sacó seis.

La incertidumbre es total con un «equipo de gobierno» formado solo por el alcalde y con acuerdos puntuales con el Partido Popular. La responsabilidad, como suele pasar en este tipo de cosas, es compartida. Lo difícil es asignar el porcentaje de culpa a cada uno de ellos. La de Pere Moll por no saber liderar a un equipo de gobierno, que le ha acabado dando, en conjunto, la espalda. La del PSOE, que fue quien puso a Pere Moll como cabeza de lista y después lo expulsó del partido, sin resolver (vía moción de censura) la situación del Ayuntamiento de Es Migjorn. Y la del PP, que pacta con una persona, que hasta hace cuatro días consideraba «un delincuente», en palabras textuales de miembros del mismo PP.

Ante todo ello, las tres partes libran ahora la batalla del relato, para señalar ante la opinión pública quién y quién no es el culpable de esta crisis. La cosa está así: Pere Moll asume el papel de víctima; el PSOE afirma que toda esta situación la ha creado única y exclusivamente Pere Moll; y el PP que la culpa es de los socialistas y que pactan contra su voluntad con el alcalde denunciado por ellos mismos para evitar que el Ayuntamiento caiga en el caos.

En Es Migjorn ya se da el mandato por finiquitado, y eso que quedan casi dos años. Los ojos están puestos en las próximas elecciones. Y allí están preparando el terreno. Pere Moll, que no descarta presentarse, desde la alcaldía; el PSOE, desde la oposición; y el PP, medio fuera, medio dentro. Pero saben, y en eso luchan, que quien gane la batalla del relato, posiblemente será el que ganará las próximas elecciones.