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Hace solo cuatro años visitaron Menorca alrededor de 4.000 franceses. El año pasado lo hicieron casi 70.000 y este año el ritmo de crecimiento es considerable (solo en julio fue del 65%). ¿Qué explica la apertura de este nuevo mercado? Las acciones de promoción del Consell se han intensificado, aunque los resultados no suelen ser tan inmediatos. Creo que la promoción se ha multiplicado cuando se han dado cuenta de la tendencia. La conexión directa con siete aeropuertos franceses es fundamental. Solo se puede llegar si hay «calzada romana». Algunos franceses ya conocían Menorca, los que venían en yate, por tanto el destino estaba revestido de un cierto «glamour». Otros que visitaban Mallorca han descubierto los valores de la isla vecina. Yo creo que la apuesta de algunos empresarios franceses por Menorca ha sido fundamental. Que Marcel Laurent tenga más proyectos de hoteles de interior después de Can Faustino; que Jean Moueix y Cyril Pallard quieran sembrar viña en Torralba; que Dimitri Sturdza no se desanime y pretenda impulsar Mongofra con proyectos de turismo de calidad y de medio ambiente; que los propietarios de Domaine de Fontanille quieran construir dos hoteles en Torre Vella y Santa Ponsa, entre otras iniciativas no son el resultado de una casualidad. Sin duda, Francia ha descubierto el atractivo de Menorca, y no solo para disfrutarla en verano, sino para invertir en la Isla o adquirir fincas rurales con paisaje, tranquilidad y seguridad.

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Por eso no es extraño que la demanda que se ha generado en el mercado francés, como se descubre en la publicidad en la revista de propiedades de lujo de «Le Figaro», incentive un movimiento especulativo. Algunas fincas se están ofreciendo por casi diez veces más del precio de compra. En algunas ocasiones con proyecto hotelero y permisos incluidos. Es difícil valorar si esta actividad de compra venta tendrá consecuencias más allá del negocio de sus promotores y si afectará a un mercado creciente como es el francés.

Los franceses llegaron a la francesa, casi sin que nadie se enterara. Y, en principio parece que no se van a despedir de la misma forma.