TW

Creo que la frase «Fútbol es fútbol» se atribuye a Vujadin Boškov, jugador y después entrenador de fútbol nacido en 1931 en Yugoslavia y muerto en Serbia en 2014. Conoció una dilatada experiencia internacional, y como entrenador pasó por el Real Madrid, entre otros clubes españoles. La frase viene a indicar que en el fútbol puede pasar de todo. Y a juzgar por las noticias de fichajes, que en estos tiempos están en sazón, realmente pasa de todo. No hace mucho tiempo juzgaron a Messi por problemas fiscales, y estos días le ha tocado a Ronaldo. Los problemas de Neymar con su fichaje por el Barcelona, o del Barcelona con su fichaje por Neymar han resultado un culebrón uno de cuyos capítulos más vistosos ha sido el que protagoniza el expresidente Sandro Rossell desde la cárcel. Parece mentira que con el dinero que llega a generar el fútbol la cárcel sea el refugio último de personajes tan encumbrados como el mismísimo presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar. Digo que parece mentira porque aunque la sociedad encierra a los presos también los mantiene de balde. Por cierto, compruebo que como ocurre con muchos clubes la federación se califica con el adjetivo «Real», tal vez porque de otro modo pensaríamos que tiene algo de irreal o puramente onírico. Estos días, para más escarnio, se viene hablando de la posibilidad de fichajes tan multimillonarios que las cantidades se tildan de obscenas, y pienso que menos mal que la obscenidad ya ha pasado al abuso del dinero y a la injusticia establecida, porque hasta ahora se podía matar a troche y moche en las películas pero se había de andar con mucho cuidado con las escenas sensuales.

Noticias relacionadas

Se me ocurre que los seres humanos estamos instalados permanentemente en la injusticia. Injusto me parece que se paguen millones por un jugador y que se deje morir a los niños de las pateras, pobres refugiados de la guerra, o a las gentes hambrientas del Tercer Mundo. Injusto que se dediquen horas de programación al fútbol y otros deportes y que apenas se hable de intelectuales o científicos destacados por cuyo fichaje nadie paga un real. Dentro de unos años las leyendas vivientes de hoy serán anécdotas del pasado, y a lo mejor los descubrimientos científicos de algunos que habrán tenido que vivir poco menos que en la indigencia abrirán nuevos horizontes de progreso a la mal llamada humanidad. Mal llamada porque tiene muy poco de humano. Pero como decía Cruyff, «si ganas, bien fútbol».