TW

A ver si en esto estamos todos de acuerdo, las vacaciones tienen que ser un tiempo de descanso, un tiempo donde se rompe la rutina habitual para desconectar, relajarse, vivir experiencias diferentes, masticar los minutos de otra manera. Parece una obviedad, ¿verdad?, pues hay algunas personas que aun no se han enterado y se estresan más en vacaciones que un tertuliano de 13Tv cuando oye homosexualidad, o que Enrique Iglesias cuando le dicen que tiene que cantar sin playback.

Tendrían que aprender que al final todo sale, y que no merece la pena alterarse. Deberían tomar nota de la pachorra de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, que después de tripitir 2º de ESO se ha comido cinco años académicos en apenas tres y ha entrado de cabeza a la Universidad. A la cultura del esfuerzo ahora le llamaran froilanismo. Y no sean mal pensados, en nada han influido sus apellidos, ni el hecho de que le hayan cambio de cole mil veces entre Inglaterra y EEUU, pagándole unos internados que cuestan lo que gana un empleado de MacDonald en toda su vida. Siempre están sacándole punta a todo, puñetitas que son.

Noticias relacionadas

Pues eso, que las vacaciones deberían servir para relajarse pero algunos no se enteran. No hace mucho un turista agredió a un informador en la embotellada playa de Macarella. El pobre informador solo estaba cumpliendo con su curro y teniendo toneladas de paciencia para soportar el estrés de los conductores. Si el turista agresivo en cuestión perdió los nervios estando en Menorca de vacaciones, no me lo quiero imaginar un lunes por la mañana yendo a currar, ese tío es un Jack el Destripador en potencia, como no le cambie el semáforo a verde cuando él quiere, es capaz de desatar el Apocalipsis sin contemplaciones.

Quizás la respuesta a la conducta del energúmeno de turno está soplando en el viento, como cantaba Bob Dylan, porque lo que hay en el viento, queridos lectores, es una cantidad de cocaína alucinante. Según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC), el aire de Barcelona, y el de Madrid, contienen varias drogas en suspensión, y entre ellas destaca la cocaína, Los resultados concluyen que en todas las muestras se han encontrado niveles detectables de cocaína y de su metabolito, benzoylecgonina. Y la cosa irá in crescendo, porque al parecer Colombia ha aumentado la producción de cocaína un 34 por ciento, y ha pasado de unas 700 toneladas métricas a mas de 900. Si Pablo Escobar levantara la cabeza, menos mal que no, alucinaría pepinillos con la expansión de su negocio.

Ya saben que el consumo de cocaína aumenta la temperatura corporal, y provoca conductas erráticas y violentas. Y alguno se está pasando de la raya más que Pocholo en sus mejores días en Ibiza. De hecho algunos estudios dicen que si rasparan todas las partículas de cocaína que hay en los billetes de nuestro país, se sacarían unos 80 kilos, eso se llama blanquear dinero. Por no hablar de la concentración de droga en los ríos, un informe de la Unión Europea dice que el rio Ebro arrastra, entre cocaína y heroína, cerca de una tonelada de narcóticos. Las pocas truchas que quedan van con gafas de sol y saltan al ritmo de reggaetón makinero.
Con tales niveles de estupefacientes por todos los lados, ahora nos podemos explicar muchas cosas. Entre otras la incapacidad que tiene algunos para meter tranquilamente el culo en el mediterráneo y relajarse un poquito para afrontar su vida de otra manera. Feliz jueves y relajante baño.