Erre que erre los anuncios recurren a la infancia. A veces de manera acertada y otras muy cuestionable, como la reciente del coche Fiat 500L. Una cigüeña caprichosa decide enviar a un niño de París a su hogar pero el destino decide ir a la casa del vecino porque tiene un coche que apacigua el llanto del bebé. Pues según los creativos, los bebés deciden su confortabilidad. Esta publicidad procede de Italia donde la familia se supone que es algo sagrado. O por lo menos nos lo han hecho creer así, empezando por la mamma. Me parece espantoso que se asocie la llegada de un bebé a la capacidad económica, en este caso al coche confortable. Ya retrasamos la maternidad porque no nos llega la pareja idónea o el trabajo estable. Y la lucha continua para generar ingresos con unos gastos que se multiplican. Para que me digan ahora unos creativos que tengo que tener un coche confortable para tener familia. Si no mis futuros hijos de París se pondrán a llorar para irse con el vecino. El dinero no da la felicidad pero ayuda bastante. Pero en este caso no es educar, en este caso es dar un mensaje de consumo 'frío y lirondo'. Con este trabajo de imagen frívolo me paseo, antes de cerrar los ojos para el amanecer, por mi muro de facebook. Gran error. No debería... pero siempre caigo en la tentación. Y es espectacular lo que asimila la retina mientras vas cerrando los ojos.
Supervan Family
La cigüeña caprichosa
12/07/17 0:00
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