O el PP tiene mala suerte o gafe, si no, no se explica en esa industria de nombrar presidentes autonómicos: Jaime Matas es uno de los notables en empezar el melón corrupto de los señores presidentes autonómicos. Ha estado cuatro días en el trullo pero le quedan bastantes asuntos turbios que aclarar ante la Justicia por lo que no sería nada raro que tuviera que volver a visitar la cárcel. Otro presidente con problemas fue el valenciano Francisco Camps, aquel de «amiguito del alma» o «te quiero un huevo» dirigiéndose al bigotes, al que cariñosamente también llamaba «hijo puta». Pedro Antonio Sánchez, muy a su pesar también ha tenido que dimitir, según parece por problemas judiciales. Y ahora por si en esta cloaca de la corrupción no fuéramos ya más que sobrados, va y pare la abuela, porque se nos ha hecho presunto chorizo nada más y nada menos, que el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que junto a Francisco Granados, eran la crem de la crem como políticos de Esperanza Aguirre, que hay que ver que vista la de esta mujer, una alopecia para ver de lejos para ver de cerca y de zona intermedia a la hora de elegir a los compañeros en el oficio de la política.
Sa gleva
Políticos incapaces de erradicar siquiera su propia corrupción
28/04/17 0:00
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