Estamos jodidos

Dino Gelabert-Petrus03/12/16 0:00

Estamos jodidos, amigo lector. El mundo está majara y nos toca pagarlo a los menos cuerdos. Ya sabes que cualquier día de estos un imbécil del Estado Islámico se inmola en la calle de al lado, el tontolaba del vecino conduce borracho y nos empotra, al pirómano se le va la mano o al suicida le da por regalarnos asientos de primera clase en su viaje. Peligros. Vivimos rodeados de amenazas, miedos, dudas y coacciones que nos hacen, lamentablemente, ponernos en lo peor.

La barbarie nos rodea por doquier. Desde el terrorista que se toma la justicia por su mano explotando en mitad de una plaza concurrida al monstruo que azota, maltrata y asesina a su esposa. Desde aquel al que le importa un carajo la vida, sobrelleva su existencia funambuleando en la inconsciencia y lo mismo coge el coche borracho, drogado o desesperado hasta el que encuentra la solución más rápida a sus problemas dando un portazo a la vida.

Podemos coger un avión y acabar, por un error humano o técnico, protagonizando las portadas de los sucesos de todos los medios. Hay que tener miedo también cuando salimos a la calle por si se cae una maceta. Y las enfermedades que matan sin hacer ruido ni avisar. Puede que tú o que yo ya nos estemos muriendo de algo que no sepamos.

Vivimos, queramos a o no, rodeados del terror y nos toca a nosotros decidir hasta qué punto nos dejamos influir por ello. Está claro que el día a día con las malas noticias ganando por goleada a las buenas invitan a no ser optimistas y zambullirnos en el mar del desánimo. Cualquiera que nos viera desde el espacio estaría convencido de que éste no es un lugar para vivir, que el mayor problema del ser humano es el propio ser humano. Y pasaría de largo en busca de otro planeta en el que asentarse.

El miedo, el terror o como quieras llamarlo está allí y nos toca a cada uno decidir qué hacemos, si nos dejamos llevar o le plantamos cara. Aunque tranquilos, lo más gracioso es que por mucho que nos tomemos la vida enserio no vamos a salir vivos de ella. Por eso, hagamos que valga la pena.

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